lunes, 3 de enero de 2011

Poderes o el Libro que Diviniza por JORGE ADOUM (CAP.IV)

EL REY DE LA CREACIÓNLa garras del temor en el humano,
tapizan con espinas su camino y
miedo siente a Dios y a lo divino, su
gigante poder truécase enano.
La voluntad del hombre es el Arcano de
Jasón, al buscar el Vellocino de oro, con
su valor vence el destino, sin manchar la
conciencia ni la mano.
Cuando con su valor los ojos sella
y en nuestro corazón brilla su estrella,
huye el temor ante su luz divina.
No es héroe quien conquista las naciones.
Es héroe quien domina las pasiones; sobre
cuerpos y espíritus domina.

CAPITULO IV - EL REY DE LA CREACIÓN
"Todo lo que genera el Espíritu, sale por los sentidos; toda creación de los sentidos es el reflejo de la voluntad creadora.
La trinidad del hombre es resumida por la voluntad y se revela por la obra, la buena obra confiere poder y el poder gobierna.
El Espíritu es la luz interna que difunde sus rayos al exterior por medio de los sentidos, si los sentidos-envolturas son densos y groseros, la luz interna no puede llegar con nitidez al mundo, aunque en el interior continuará brillando.
Hay poder y hay realización en el hombre; todo lo que el hombre cree, puede realizarlo por medio de la voluntad.
El sentido es el instrumento de la voluntad; sin ella no tendría razón de ser.
La materia se espiritualiza, el Espíritu se materializa para y por nuestros sentidos y esta espiritualización y esta materialización son realizados por nuestra voluntad: los efectos son el placer y el dolor sentidos por nuestra alma.
Pero también, por la voluntad se torna el sentido insensible al placer y al dolor, y vive por encima de ambos.
La voluntad es la trilladora que desgrana la espiga del sentido hasta mostrar la desnudez del grano.
La voluntad es la criba que separa el placer del dolor.
La voluntad tritura al sentido, lo muele, lo tamiza, lo amasa con las lágrimas, lo somete al fuego sagrado del corazón para después ofrecerlo como pan a los ángeles.
¿Qué es la voluntad? —Es el Espíritu que aletea sobre las aguas del Génesis. Es la fuerza que domina al mundo.
La flor es el himno de la voluntad del árbol.
El hijo es el fruto de la voluntad paterna.
La voluntad es el "Fiat Lux" de la Divinidad.
Hay una ley: El hombre obtiene espiritualmente, en razón inversa o lo contrarío de lo que quiso injustamente por medio de los sentidos.
El corazón ansia muchas cosas. Las pasiones empañan la poderosa luz del Espíritu; la férrea garra del deseo, sujeta tenazmente al Poder.
El deseo va socavando a la voluntad día tras día hasta llegar a la razón y entonces obliga al cerebro a cumplir su propósito.
El cerebro, bajo la presión del deseo, construye ídolos de barro para después adorarlos.
El anhelo de lo Eterno enciende la llama de la voluntad para fundir el hierro que encadena al cerebro, y librar al verdadero Ser de sus trabas.
El hombre es hombre por virtud de su voluntad y no por virtud de su inteligencia.
Según el desarrollo de la voluntad el hombre ve las cosas.
Conócete a tí mismo, significa: Desarrolla tu voluntad.
La voluntad del hombre es, en esencia, igual a la voluntad de Dios, y dispone de su omnipotencia; puede como El crear, porque lo que es de Dios es Dios, y todo lo que valga la pena de crear, debe ser bueno.
Todo lo que interesa a los sentidos causa repulsión y dolor; pero el dolor que tortura el alma afirma la voluntad y la voluntad aspira a la extinción del dolor.
La voluntad debe subyugar la vida para vencer la muerte sabiendo que no hay nacimiento ni muerte y que sólo se vive en el Eterno.
Las corrientes del Poder, buscan las profundidades de la humildad. El desprecio trepa sobre el árbol del orgullo. La alabanza es la fragancia de la modestia; el libertinaje es la putrefacción del Placer.
La voluntad es el polo positivo en el hombre, el deseo es el polo negativo.
La Voluntad Creadora no es la Voluntad de vivir, ni un vehículo o instrumento del Absoluto, sino que es la emanación de la mente del Absoluto Interno e invisible.
Todo poder es inherente a la voluntad, y toda debilidad es adyacente al deseo.
Omar Khayyam dice en su canto: "Envié mi alma a la región de lo invisible con un mensaje y volvió con la respuesta diciendo: Yo Soy mi propio cielo y mi propio infierno".
La voluntad es la segunda concepción de la Sabiduría, siempre bienhechora, porque es fuerte; enseña la Kábala.
La esencia de la sabiduría es la voluntad creadora.
La voluntad es el poder plasmante de la plenitud.
Las tres Personas en Dios se resumen en la Unidad; las tres personas en el hombre se unen en la Voluntad.
La Voluntad es el Poder Mágico que se revela en los cuatro elementos del hombre, según la ciencia profana, y en los cuatro cuerpos según la ciencia mística espiritual.
Armado el hombre de este Poder es dueño del mundo, y el mundo le adorará como a Dios.
El mundo de las tres dimensiones es dominado por la cuarta dimensión ignorada e invencible, que es la Voluntad.
La Voluntad del hombre es el Poder Absoluto que Crea continuamente y transforma constantemente.
La Voluntad es la única posibilidad inagotable en cuyo seno yace el origen de todos los seres.
Es la llama de la vida, que una vez encendida, enciende todo cuanto cae dentro de su circunferencia.
Así como la vida es la chispa del Espíritu, así la voluntad es la llama de la vida.
Desde que hubo la chispa del Espíritu, existía la llama activa en las cosas, y toda acción de la voluntad se ha de efectuar en las cosas y por medio de las cosas.
La voluntad es el germen en la semilla, el vigor en el árbol, el aroma en la flor, el sabor en el fruto y el todo en el hombre..."


Jorge Adoum, Poderes o el Libro que Diviniza, EDITORIAL KIER.S.A. Av. Santa Fe 1260 (1059), 4ª Edic., Bs. As. 1984, p 25, 26, 27 y 28.


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