sábado, 8 de noviembre de 2014

“Las ideas no se matan… tampoco al que las expone”. por el Q.·.H.·. Bernardo de Monteagudo

AL.·.G.·.D.·.G.·.A.·.D.·.U.·.
L.·.I.·.F.·.

O.·. de Buenos Aires, 8 de septiembre de 2014 (e.·.v.·.)
V.·.M.·.:

“Las ideas no se matan… tampoco al que las expone”.

Pocos días atrás el V.·.M.·. de un T.·. amigo, comenzó la lectura de su Plancha Grabada sobre Domingo Faustino Sarmiento diciendo: “Corresponde en esta fecha presentar un trabajo sobre…”
Coincido y amplío, según el Artículo 174 de los Reglamentos Generales de la Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones, corresponde, en este mes, realizar una Tenida de Evocación del Maestro de América.
Entonces se presenta la primera de muchas preguntas: 
¿Esta Evocación abarca también la pertenencia de Sarmiento a la Masonería o solamente lo evocamos como Maestro de América habiéndolo previamente elevado a ese rango?
No hay duda que fue uno de los propulsores de la educación pública, laica y obligatoria en este continente, contemporáneamente también lo fue Benito Juárez en México. 
Recuerdo mi sorpresa hace muchos años cuando al leer a Roque Dalton descubro lo que significó el sanjuanino en Centroamérica… también recuerdo su polémica de 1842 con otro de los grandes educadores de América Hispana, el venezolano Andrés Bello.
Vuelvo a la pregunta: 
¿Lo evocamos también como masón?
Inevitablemente viene otra pregunta: ¿Sarmiento fue masón?
Sabemos que fue iniciado en 1854 en la Logia Unión Fraternal de Chile y qué dos años después funda en Buenos Aires la Logia Unión del Plata Nº 1, una de la Logias que conformará la Gran Logia de la Argentina creada en 1857 por Roque Pérez, posteriormente será uno de los participantes de la Tenida de Unidad Nacional de 1860 junto a Urquiza, Derqui, Mitre y algunos más, Tenida en la que se definirá gran parte de la Historia Argentina, en esa oportunidad es elevado, al igual que los anteriormente mencionados, al Grado 33 del Rito Escocés. 
En 1864 se establece en Estados Unidos como Embajador Plenipotenciario de Argentina, pero también como representante de la Gran Logia de Argentina y del Supremo Consejo Grado 33. A su regreso, se alejará de la Orden al asumir la Presidencia pronunciando un discurso que sigue siendo leído con devoción. Terminado su período presidencial retoma los trabajos y es elegido Gran Maestre en 1882 y renuncia definitivamente en 1883 por razones que tal vez exponga más adelante.
La nueva pregunta es inevitable: 
¿Basta ser Iniciado y tener actividad dentro de la Masonería para ser Masón?
Sabemos, como dijimos anteriormente, que fue un propulsor de la escuela pública, laica y obligatoria, sabemos, también que fue un gran impulsor del ferrocarril, de las comunicaciones, de la profesionalización de las FF.AA.
Otra pregunta más: 
¿Basta con defender el progreso para ser Masón?
Tenemos aquí algo que llama la atención, la ley 1420 de Educación Pública, llamada por algunos Ley Sarmiento, es sancionada y promulgada en la presidencia de Nicolás Avellaneda, quien como ministro de Justicia e Instrucción Pública de Sarmiento, elevó el proyecto al Congreso Nacional y además era un católico practicante.
Entonces queda claro, Sarmiento no era anticatólico, era anticlerical como gran parte de los masones de América Hispana.
Y nuevamente me pregunto: ¿Fue Sarmiento masón?
¿Puede un masón disponer de la vida de otro ser humano como lo hizo Sarmiento durante la gobernación de San Juan o durante su presidencia?
¿Puede un masón emitir juicios tan severos sobre los gauchos, sobre los pueblos originarios o sobre los nativos de las naciones mediterráneas de Europa?
Para un masón ¿El fin justifica los medios?
Trato de ubicarme en tiempo y en espacio, la Masonería en la segunda parte del siglo XIX era el espacio donde se dirimía el poder, no existían todavía los partidos políticos… por lo tanto el desarrollo político se daba en ese ámbito, nuestro ámbito actual.
Vuelvo a la pregunta y la amplío: ¿Fue Sarmiento masón o encontró en la Orden un lugar donde desarrollar su actividad política?
Renuncia a la Orden porque el Club Liberal lo invitó públicamente, como Gran Maestre de la Masonería Argentina, a participar de una marcha en pro de la promulgación de la Ley de Educación Pública… sintió que la Masonería había traicionado su pedido de que se mantuviera en secreto su designación en ese cargo y se fue.
Quedan más cosas para conversar sobre quien fue llamado “Don Yo”… sus polémicas, sus peleas, sus amores, sus rendiciones de gastos…
Dicen que un Q.·.H.·., se inspiró en él para un personaje de su máxima obra poética… Q.·.H.·. al que tal vez le dedique, alguna vez unas líneas.
Como siempre lo mío son incertidumbres que espero poder responderme con la ayuda de mis QQ.·.HH.·.
V.·.M.·. termino con la frase del título “Las ideas no se matan… tampoco al que las expone”.
Es cuanto.

Bernardo de Monteagudo.
M.·.M.·.
R.·.L.·. Justicia Social Nº 511.

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